Y… ¿Quién quiere ir al cielo?

Pocas cosas me han irritado tanto últimamente, y de verdad que la política y la economía han estado realmente irritantes, pero las declaraciones en el portal del Vaticano del cardenal mexicano Javier Lozano Barragán acerca de que los homosexuales no entrarán en el reino de los cielos, me provocó una molestia extrema.
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No entiendo cómo en pleno siglo XXI, alguien puede erigirse como oráculo para interpretar los designios divinos y con esa misma autoridad censurar el derecho humano fundamental y simple de ser quien es, integrando sus gustos y preferencias, y encima cobardemente escudarse en que dicha declaración no fue hecha él, sino por san Pablo, olvidando que históricamente Saulo de Tarso acabo personalmente con decenas de católicos, y después convertido al cristianismo trató de destruirla desde adentro con sus cartas, llenándola de preceptos chovinistas y demás joyas que acompañan desde entonces a esa religión, pero esto es ya material como para otra entrada. Este sacerdote sostiene incluso que la homosexualidad es una actitud aprendida, derivada de una “confusión de la identidad en la adolescencia”. Aprovecho esta ridícula aseveración para comentar que yo no creo en la homosexualidad.
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En primer lugar, como declarado enemigo de las etiquetas, reniego que se clasifique a los individuos, y mucho menos que se haga con respecto a sus gustos o preferencias, si ya separar por géneros me parece absurdo, nunca he escuchado que la gente que prefiere el chocolate o la vainilla, pertenezcan por eso a algún grupo minoritario, por lo demás, el ser humano como cualquier otro animal responde a estímulos, un ser humano puede ser estimulado sexualmente por otro sea de su propio sexo o no, y eso no da lugar a ninguna transmutación de género, el hecho de experimentar o no esto es realmente una cuestión cultural. Diferentes civilizaciones muestran posturas propias al respecto, en donde los griegos proponen que el verdadero amor solo puede darse entre dos hombres, siendo el rol de la mujer solo el de procrear. Por tanto, en un ambiente propicio la cuestión de la definición de la sexualidad no es un absoluto, por lo menos no necesariamente, sino incluso ser rotativa. El hecho es simple, ni “heteros”, ni “homos”, ni “gays”, ni “bugas”, solo seres humanos con gustos similares o disímbolos, complejos o sencillos, pero solo eso seres humanos.
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Regresando al cardenal que nos ocupa, él lanza la aseveración de que ir contra natura es ir contra Dios, tendría entonces que cuestionarle, siendo el celibato (suponiendo que se lleve a cabo realmente) obligatorio entre las huestes de sacerdotes ¿Qué acaso el celibato no es ir contra natura? En el antiguo testamento, una de las frases de Jehová recita: “Creced y multiplicaos” ¿No es también ese celibato ir en contra de Dios?
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Aparte de ello, desde su fundación, la iglesia católica se ha encargado de indicarnos quienes entraran al reino de los cielos y quienes lo tienen vetado, siendo así los nonatos, como cualquier otra persona no bautizada, los profanos, los no creyentes, los excomulgados, ninguno de llos entrarán al cielo, me pregunto entonces: ¿Dónde mora Mahatma Gandhi? ¿Zoroastro? ¿Sócrates? ¿Quetzalcóatl? O peor aún… ¿Quién sí está en el cielo? ¿Mussolini? ¿Los Borgia? ¿El padre Maciel?
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Me queda algo muy claro: Sí existiera un paraíso, y este sacerdote estará allí, yo definitivamente prefiero ir a cualquier otro lado.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola

Te felicito por tu manera de escribir y de expresar lo que realmente sientes.

Estoy totalmente de acuerdo con tigo, no debería de hacerse distinciones en ningún aspecto todos somos seres humanos y merecemos respeto en nuestra vida personal, ya que todos somos iguales con defectos y cualidades pero seres humanos.

Por lo que respecta a la religión considero que siempre se busca la forma de poder fomentar el miedo y la inseguridad a los creyentes para mantenerlos sometidos, cosa que en la mayor parte de las personas ya no tiene efecto.

Espero de manera impacienté tu próxima entrada. Escribe pronto.

Atte. KYM

Anónimo dijo...

asi es hermano, la sociedad esta llena de etiquetas,algunas como las que dices son ridiculas y ofensivas,la religion sigue tan absurda como siempre y los supuestos representantes de dios igual de prejuiciosos,para no variar tus entradas son muy buenas,por cierto te vi pasar la otra vez,mandeme su direccion de correo al hi5 o un mensaje privado con su numero de celular,un abrazo querido amigo.

AM. dijo...

Bahh la industria del perdón y sus agremiados siempre con sus puntadas, lo mejor de todo sería que únicamente ellos y sus conservadoras conciencias lo pensaran pero por alguna extraña razón por llamarlo de alguna forma no, no sólo ellos se manifiestan contra el hombre sin importar no sólo su preferencia, genero o ridículo color,

Lo que me ha quedado muy claro es que está sumamente irritado lo siento hasta este lado del monitor enhorabuena que las entradas sigan siendo constantes y así de buenas aunque levanten ámpula y si usted no va a estar en el cielo yo tampoco quiero ir sin usted será muy aburrido.

Un abrazo enorme para usted.

Adriana Dorantes Moreno dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adriana Dorantes Moreno dijo...

Sabemos que la Iglesia Católica como institución se está pudriendo cada vez más y más, quiero pensar que poco a poco la gente pueda ser capaz de abrir los ojos realmente y darse cuenta de lo que sucede, pero creo que sólo tengo actitudes muy optimistas.

En cuanto a la entrada al reino de los cielos, me irrita también el hecho de que los sacerdotes y demás líderes eclesiásticos manejen a su antojo la información; tienes razón al puntualizar que el celibato es contra natura, y ese es un argumento que bien podría revocar sus supuestas tesis; al lado de ese hay muchos más, ¿no dijo acaso Jesús ámense los unos a los otros? algo tan sencillo como eso y cabe resaltar que por supuesto nunca se hace distinción sexual pero, siendo el Hijo de Dios, no podía estar equivocado ¿verdad?

Tampoco tengo interés en compartir un cielo en el que habiten personas más crueles y despiadadas que, por estar bautizadas bajo el catolicismo, tienen su pase asegurado. Lo mejor del caso es que estoy segura de que tal cielo no existe, y si existiera, prefiero remitirme a la frase de Milton: "Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo" porque como están las cosas, el cielo ha de ser un lugar igual de injusto, podrido y apestoso (reinado por los Borgia y Mussolini, qué miedo).

Qué gusto que escribes, no dejes de hacerlo

Anónimo dijo...

tienes toda la razon ojitos bonitos desgraciadamente la gente lo hace por ser cruel con sus semejantes etiquetando ala gente q para ellos es rara y pensando que por eso ellos son privilegiados o q tienen el derecho de señalar...

AM dijo...

Heterosexuales, bisexuales y homosexuales. Todos queremos sexo, por lo tanto somos iguales.

y ahora comento entradas super viejas, por que no subes nada...

besos